Cuando el docente está consciente de su
responsabilidad frente al sujeto aprendiente debe, en esa
medida, indagar en qué condiciones se encuentra para
poder ubicarlo y atender sus necesidades, sus
expectativas, sus deseos de aprender. En este caso es
necesario conocer:
- Los diferentes tipos de memoria que se deben poner a trabajar durante la lectura.
- La resistencia que es necesario desplegar contra algunos factores negativos propios del entorno escolar.
Las dificultades más frecuentes señaladas por Gray
(s.p.i) son: aquellas que atañen a todas las fases de la
lectura, aquellas que se presentan en la lectura mecánica
oral, las relacionadas con la interpretación, las inherentes
a la lectura silenciosa y aquellas que inhiben la
reproducción minuciosa del material leído. Cualesquiera
de las dificultades observadas, si existen, pueden estar
impregnadas en menor o mayor grado de:
- Inmadurez en los hábitos generales del lenguaje.
- Timidez. -Poco interés por aprender a leer.
- Inestabilidad y/o fatigabilidad. -Dificultades de pronunciación.
- Defectos de asociación entre el sonido de la palabra y su simbología escrita.
Estas dificultades retardan el aprendizaje efectivo
de la lectura. Otros aspectos que pueden influir son:
- La sordera parcial.
- La desnutrición.
- Escasa memoria visual.
- Movimientos irregulares de los ojos.
- Inmadurez en general.
Estos aspectos necesitan la
atención directa de especialistas, en cada uno de los casos.
Perdomo, M. E. (Marzo de 2003). La Lectura. Factores y actividades que enriquecen el proceso. Educere, 9
No hay comentarios:
Publicar un comentario