miércoles, 19 de agosto de 2015

Nivel intelectual de los alumnos

Cuando el docente está consciente de su responsabilidad frente al sujeto aprendiente debe, en esa medida, indagar en qué condiciones se encuentra para poder ubicarlo y atender sus necesidades, sus expectativas, sus deseos de aprender. En este caso es necesario conocer: 
  • Los diferentes tipos de memoria que se deben poner a trabajar durante la lectura.
  • La resistencia que es necesario desplegar contra algunos factores negativos propios del entorno escolar. 

Las dificultades más frecuentes señaladas por Gray (s.p.i) son: aquellas que atañen a todas las fases de la lectura, aquellas que se presentan en la lectura mecánica oral, las relacionadas con la interpretación, las inherentes a la lectura silenciosa y aquellas que inhiben la reproducción minuciosa del material leído. Cualesquiera de las dificultades observadas, si existen, pueden estar impregnadas en menor o mayor grado de: 
  • Inmadurez en los hábitos generales del lenguaje.
  • Timidez. -Poco interés por aprender a leer. 
  • Inestabilidad y/o fatigabilidad. -Dificultades de pronunciación. 
  • Defectos de asociación entre el sonido de la palabra y su simbología escrita. 

Estas dificultades retardan el aprendizaje efectivo de la lectura. Otros aspectos que pueden influir son: 
  • La sordera parcial. 
  • La desnutrición. 
  • Escasa memoria visual. 
  • Movimientos irregulares de los ojos. 
  • Inmadurez en general. 

Estos aspectos necesitan la atención directa de especialistas, en cada uno de los casos.

Perdomo, M. E. (Marzo de 2003). La Lectura. Factores y actividades que enriquecen el proceso. Educere, 9

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